
Arrecife comenzó siendo un simple puerto de entrada de material y personas. Era la puerta de entrada hacia la isla y su capital la Real Villa de Teguise.
Allá por 1495 abundan los negreros y piratas en el puerto de Arrecife, lo cual era el comienzo del comercio que era una de las dos razones principales de llegada de personal a la isla. La otra razón era la militar.

También se comenzaron a construir casas para los obreros que eran pequeñas, con techos a dos aguas, pero sin tejados, solamente recubiertos por la tradicional mezcla de lodo y paja.
Esta acumulación de casas dieron origen al barrio de la Puntilla y entorno al cual se levantó una ermita a 68 mtrs. del Charco "La Caldera", bajo el patrocinio de San Ginés, Obispo de Clermont, cuyo retrato, enmarcado, apareciera un día por las orillas de la cala que tomó su mismo nombre.
Los continuos saqueos incitan a los habitantes a abandonar la isla y en 1574 el gobernador Pedro de Escobar pide, y consigue, que el Rey prohiba la salida de habitantes. Después de tantos atropellos a los que fue sometido el Puerto de Arrecife, se construye la fortaleza de San Gabriel, en el islote del Quemado.
Era una pequeña defensa de unos 40 pies por cada lado, de forma rectangular, con sus baluartes de los llamados de punta de diamante. Toda la distribución interior era de madera, la cual ardió totalmente cuando Morato Arráez lo atacó una mañana del mes de Julio de 1586, invadiendo luego la isla para marcharse el 23 de Agosto del mismo año, después de la firma del tratado con Argote de Molina. Cuenta la historia que por aquellos años y dada la falta de acometividad en los soldados, las mujeres lanzaroteñas tuvieron que salir al campo de batalla.

El Puerto de Arrecife en particular y los de Canarias en general, sufrieron grandes males por parte de mercaderes piratas, estafadores y por la poca organización de La Corona hacia ellos. En 1720 Canarias se vio inundada de lo que se llamó "realillos falsos" que eran monedas sin peso legal extraídos de un barril de arenques por arte de birlibirloque.

Por si fuera poco el siguiente año 1722 fuertes vientos destrozaron lo poco que quedaba en pie. En 1723 varias familias procedentes de Tenerife y Lanzarote se fueron a Veracruz.
Sobre 1726 muchos habitantes del interior buscaban cobijo en el Puerto de Arrecife viviendo en miseras casuchas construidas sin orden ni concierto.
Esta huida estaba ocasionada en gran parte por las convulsiones y rugidos del subsuelo. El 1 de Septiembre de 1730 comienzan las presentidas erupciones, que están consideradas cómo las más importantes de la historia del vulcanismo, las cuales terminaron el 16 de Abril de 1736.
Entre 1778-79 D.Carlos III ordenó que se construyese un castillo en el Puerto de Arrecife, hacia su extremo norte, y que dominara el refugio de Puerto de Naos, entre las bocas de San José y del Perejil, años atrás atacado por los corsarios ingleses Lord Anson y Hawque con el propósito de robar las embarcaciones que habitualmente invernaban allí. Hubo duelo de artillería con el castillo de San Gabriel, que domina el Arrecife principal y cuyos fuegos apagáronse dos veces.

Pero desembarcados nuevos refuerzos, la suerte de los dromedarios resultó un descalabro, pues las bestias heridas y asustadas por la artillería se revolvieron contra sus conductores, a quienes atacaron a mordiscos, estando a punto de ocurrir una verdadera catástrofe.

Por muchas razones entre otras la de mitigar la miseria de 1778-79, la muerte del Rey de España, D. Carlos III, acaecida en diciembre de 1788 fue muy dolorosa para Lanzarote, en particular, para el Puerto de Arrecife, cuyos regidores proclamaron luto en toda la isla.

El 25 de junio de 1798 el Obispo don Manuel Verdugo y Alviturria, natural de Las Palmas, crea la Parroquia de Arrecife (actual Iglesia de San Gines). Lanzarote cuenta ya con 4.705 habitantes de los cuales pertenecen al Puerto 600.
El primer parroco de Arrecife fue D. Francisco Acosta Espinosa. Dice la tradición que un cuadro de San Ginés apareció flotando en el Charco y desde entonces los "porteños" lo convirtieron en Santo Patrono de Arrecife.
A partir de 1813 la vida vuelve a hacerse casi imposible en toda la geografía insular, registrándose, además de la sequía, grandes terremotos, que no cesarían hasta 1824 en que comenzaron las erupciones de los volcanes Clérigo Duarte, Cuervo y Tinguatón.
El 17 de marzo de 1852 se nombra a Arrecife Capital de la isla (se comenta que hay un escrito de 1847 en el que se dice que se traslada la parte administrativa de Teguise y otro en 1849 en el que Teguise pide volver a ser Capital de la Isla, lo cual significaria que Arrecife fue nombrada Capital en 1847. Nosotros no hemos visto esos documentos por eso no podemos afirmarlo). En octubre de 1857 el Ayuntamiento de Arrecife instala su primer alumbrado público, a base de los típicos faroles de petróleo. En ese mismo año comienzan las obras del nuevo cementerio.
Segun la memoria de nuestros mayores, la vida en Arrecife giraba alrededor de los muelles, tanto el de Puerto Naos como el de La Cebolla o el Comercial. En Puerto Naos el movimiento de sal era muy importante, los pescados se abrian, se salaban y despues se tendian para su posterior venta.
Algunos barcos se reparaban en lo que se llamaba "el calinero" que era como una playita que habia donde actualmente esta Agramar.
En estos trabajos tenian gran importancia los herreros, que por medio de sus fraguas lograban "soldar" los hierros a base de calor. (en aquellas epocas no existian las soldaduras). Los herreros como Maestro Antonio, le hacian a los hierros como unas cuñas que las llamaban "escarvas" y despues los calentaban hasta que llegaban a tener un rojo-amarillento casi al punto de fundirse y entonces los fundaban uno encima de otro y los unian a base de golpes. Tambien usaban una pasta a la que vulgarmente llamaban "mierdilla" que les ayudaba a pegar los hierros. Anteriormente usaban arena que traian los barcos de Cabo Blanco la cual contenia bora.

Los viernes los jóvenes se vestian de bonito para ir al muelle a recibir al correillo ya que las muchachas también estaban por allí y terminaba siendo una buena ocasión para hacer una fiesta.
Las gentes de San Bartolome bajaban a Arrecife a vender batatas,etc. y dejaban los burros amarrados en un hoyo que cuando llovia utilizaban los niños para usar los jolateros, mientras que los de la Tiñosa vendian pescado en "el echadero de los camellos" que era un llano a la altura de la calle Zerolo.
También comentan que donde actualmente esta Fube, había un campo de futbol con gradas hechas de cantos y que anteriormente fueron unas salinas.
Había un hospital al lado del mercado (La Recova).
Arrecife es una ciudad pesquera.
Su puerto pesquero es uno de los principales centros de actividad de la isla.
No dude en dar un paseo por el puerto pesquero por las mañanas para ver a los pescadores de atún llegando a puerto con las calas llenas de pescado... o a algún pescador remendando sus redes...
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